El badajo y la campana
¡Cómo sonaba cuando estaba
en lo más alto de la torre!
Con mi badajo al viento
golpeando con fuerza el duro
bronce de mi cuerpo.
Fui fundida para sonar,
ser oída a los cuatro vientos.
¿Qué hago aquí en el fondo del mar,
donde todo es oscuridad y silencio?
Quiero salir de aquí, ver el sol,
la luz y sonar a los cuatro vientos.
No fui fundida para estar callada,
no quiero permanecer más tiempo
en el fondo del mar,
en este profundo silencio.
J.G. M
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