domingo, 28 de diciembre de 2008

El segador

Vibran las cuerdas
de una guitarra
cortando el viento.
Se mueven las hojas
del chopo sediento,
al compás de un sonido
en medio de tanto silencio.
Se oyen los pasos cansinos,
en el camino polvoriento,
es un cuerpo encorvado
que viene de segar el trigo
que antes ha sembrado.
En una tierra que no es suya.
Sólo es el sudor que ha dejado.
Vigila el feudal, pasa junto a él,
montado a caballo.

Canto a una ilusión

¿Cómo sujetar la luz
en mis manos.
Abrazar el viento,
retener la aurora?
¿Quién pone rejas
a mis sueños?
Quiero la luz como
resplandor de tus ojos.
El viento como soplo
de tus labios.
Quiero el día para verte,
la noche para estar
junto a ti.