jueves, 22 de diciembre de 2016















Hola felices fiestas de Navidad y muy particularmente a todos los illoreños de parte de un capandando 

lunes, 12 de diciembre de 2016

me enamoré de ti

Me enamoré de ti: Vivencia                                                                       
No te conocía y ya estaba enamorado de ti. Sólo había oído tu nombre y lo que hablaban de ti, cuando empecé a sentir algo dentro de mí. Quería saber más cosas, como eras, dónde estabas, tus costumbres. Lo quería saber todo sobre ti, no paraba de preguntar cosas sobre tus costumbres, tus bailes, tu idioma solamente quería que me hablarán de ti. Como un enamorado que sólo de su amor quiere saber. Un cierto día tuve la suerte que alguien me dijo que te conocía y él podía contarme cosas de ti. Me dijo “que eras la más bella y hermosa”, que no había otra que se pudiera igualar contigo, pero eras caprichosa por haber nacido rodeada de montañas y abierta como una bella rosa mirando al mar. Me decía: –“cuando paseas por las ramblas ya quedas impregnado de su aroma y de sus encantos”. Él me iba contando, sin darme cuenta ya me había enamorado de ti. Sólo pensaba en conocerte y poder estar a tu lado, pero me era imposible poder correr como un enamorado y estar a tu  lado. Los días se me hacían interminables, quería que el tiempo corriera de prisa porque era el que me impedía poder realizar mi sueño. Dos barreras nos separaban para poder conocerte pero, sobre todo, la más insoportable para mí era el tiempo que aún quedaba para poder llegar hasta ti, no me refiero a la distancia en kilómetros, sino en el tiempo. Cumplir los catorce años de edad que debía tener, para poder realizar ese viaje, y aún faltaban tres largos meses que se me hacían interminables, parecía que no veía el día que pudiera partir para poder conocerte, y estar por fin junto a ti. Cuando cumplí   catorce años de edad  y pude ponerme en camino para poder conocerte, comenzaba a realizarse parte de mi sueño. Habían sido tres meses muy largos hasta ese día que me subía en el tren que me llevaría para poderte conocer. Ya solo me separaban tres días de camino, era tanto el deseo que tenía de conocerte que no pensaba en otra cosa. Estando subido en el tren esperando la hora de salida, me parecía que esta no llegaba nunca, no quedé tranquilo hasta que el tren comenzó a andar. Por fin había llegado el momento que tanto ansiaba. Nunca antes había salido solo de mi pueblo, siempre lo hice acompañado de mi padre y lo más lejos que lo hice fue a Granada a unos treinta kilómetros de mi  casa. Esto era distinto, toda una aventura para mí. Recuerdo las palabras que me dijo mi padre. -Ahora ya eres un hombre, compórtate siempre con dignidad allá donde vayas. Siempre lo he tenido en cuenta a lo largo de mi vida. Pero ahora sólo me preocupaba, llegar a mi destino. Después de todo un día de viaje, bien entrada la noche quedé dormido por el cansancio, y en mis sueños estabas tú, como no podía ser de otra manera, se acercaba el momento en que te iba a conocer. Pasadas dos largas noches subido en el tren que me llevaba para poder conocerte, abatido por el cansancio y mucho sueño, los rayos del sol dándome en la cara me despertaron. Abrí los ojos, casi cegado por él, que a mí me parecía que salía del mar, me despertaron. Después de los años transcurridos todavía conservo aquel momento fresco en mi recuerdo. Era la primera vez que veía el mar, nunca antes había sentido una sensación igual, si tuviera que ponerle nombre diría que fue sublime.  A los catorce años te conocí y después de tantos años sin separarme de ti sigo enamorado. Siempre te he sido fiel y defendido ante tus adversarios, ati y a  tu nombre. Ya no podría estar lejos de ti. Quiero que sepan tu nombre: Barcelona y tu apellido Ciudad Condal.  
                                                      J.G. Martín                                          


Me enamoré de ti

viernes, 21 de octubre de 2016

Días nublados                                      

Si algo he aprendido en estos días de lluvia, frío y viento es que el tiempo no se detiene, ni tan siquiera languidece en su paso por nuestra vida. Más aun no se inmuta, él vuela fugaz entre las sombras sin detenerse, “Parecer ser, que nos marque un tiempo o un paréntesis saliendo el arco íris mostrándonos sus colores reflejados por esas gotas de agua atreves de los rayos de sol entre las nubes”. Mientras nosotros, perdemos ese valioso tiempo contemplando sus bellos colores, tratando de averiguar el ¿Por qué de su presencia?  Pensando. ¿Qué nos querrá decir, saliendo éste arco iris casi siempre es al término de una tempestad o cuando va cesando la   lluvia. “Solamente, es una pausa entre el espacio y el tiempo nada más”.    
Días nublados                                      

Si algo he aprendido en estos días de lluvia, frío y viento es que el tiempo no se detiene, ni tan siquiera languidece en su paso por nuestra vida. Más aun no se inmuta, él vuela fugaz entre las sombras sin detenerse, “Parecer ser, que nos marque un tiempo o un paréntesis saliendo el arco íris mostrándonos sus colores reflejados por esas gotas de agua atreves de los rayos de sol entre las nubes”. Mientras nosotros, perdemos ese valioso tiempo contemplando sus bellos colores, tratando de averiguar el ¿Por qué de su presencia?  Pensando. ¿Qué nos querrá decir, saliendo éste arco iris casi siempre es al término de una tempestad o cuando va cesando la   lluvia. “Solamente, es una pausa entre el espacio y el tiempo nada más”.    

sábado, 30 de julio de 2016

Reflejo




                                                                           Reflejo
Una flor de primavera
en tu ventana vi,
eras tú que me mirabas,
y yo te miraba a ti.     
Quedé prendado de la flor,
que eras tú para mí.
Con que fuerza latía mi corazón,
al darme cuenta que me mirabas,
y también te miraba yo.


                                                       J. G. Martin

domingo, 22 de mayo de 2016

A Martí Codolar


                                                                   A Martí Codolar
Eres descanso y morada
de mi fatigada carga.
Este lugar quisiera,
como mesón y posada,
para descansar mi cuerpo,
y alimentar mi alma,
en este tranquilo lugar.
El Cigarral de las Santas.

J.G. Martín

sábado, 7 de mayo de 2016

miércoles, 9 de marzo de 2016

Un reino por ti


                                                                      Un reino por ti
¿Qué es la vida  sin tu amor?
¿Y el amor sin ti ¿Qué será?
No tiene sentido mi vida,
las noches son eternas,
 los días no tienen fin.
Sólo tiene sentido mi vida
cuando estás junto a mí.
Si un reino tuviera,
yo mi reino te diera,
por estar junto a ti.
¿Qué no diera si tuviera?
Mi vida entera por ti.


J. G. Martín

miércoles, 17 de febrero de 2016

-Carmelita-


                                                                                   -Carmelita-
Saliste de tu Tárrega querida,
y a pareciste en nuestra comunidad.
Notábamos tristeza en tu rostro,
por lo mucho que tú dejabas atrás.
Pero lo vas superando,
por tu obediencia y religiosidad,
eres ejemplo para la tercera,
que todos debemos tomar.
Llevas con alegría el ser Carmelita,
para nosotros algo más.
Un hermano que nos guía,
hacia la felicidad al que felicitamos,
en tu cumple años y que  Él,
  te tenga con nosotros muchos más.
 Hermanos de fe necesita nuestra comunidad,
 para hacer nuestro camino y nuestro caminar.
De la mano de María es como soñar.
Tú, ya eres de  nuestra comunidad.
si permaneces en ella lo lograrás,
 al final del camino tu premio tendrás:
el estar con María toda la eternidad

A un amigo Carmelita

J.G. Martín

domingo, 7 de febrero de 2016

En la orilla de un río

                                                                   
                                                                             En la orilla de un río: Vivencia
Me encuentro sentado en una pequeña roca junto al río con los pies dentro del agua, a principio del mes de agosto, y hace bastante calor. Observo detenidamente todo lo que se mueve a mí alrededor. Una hormiga que camina muy de prisa en solitario, parece desorientada, llega hasta donde me encuentro junto al agua, de pronto da media vuelta, agita sus antenas, y sube por el extremo de una caña, hasta la punta donde se le acaba el camino y por el otro extremo baja, parece pérdida, se para de nuevo, agitando sus antenas y al suelo baja, vuelve a subir por la misma caña. ¿Querrá cruzar el río? Mientras un gorrión chapotea en el agua sacudiendo sus alas, a la rana espanta, dando un gran salto se sumerge en el agua. Gritan en el camino y al gorrión espantan. Este levanta el vuelo, y a lo más alto de un pino, en una rama se para. Cautelosa la rana saca la cabeza del agua, observa con sus ojos saltones que pase el peligro para salir a la orilla del río, como hacen todas las ranas. Mientras, muy cerca del río, entre dos matojos, teje su tela la araña. Yo permanezco quieto, en silencio observando todo lo que allí pasa. La araña aguarda inmóvil escondida en su nido que algún pequeño viajero en su red caiga. ¿Qué hará la hormiga que ya no la veo, que subía y bajaba de la caña? ¿Habrá encontrado el camino? ¿Bajará el gorrión de lo alto de la rama para bañarse otra vez en el agua? ¿Saldrá la rana cuando pase el peligro a tomar el sol fuera del agua? ¿Habrá caído algún incauto viajero en la tela de la araña? ¿Volveré yo a la orilla del río para poderlo ver mañana?  
                                           J.G. Martín                                                

martes, 19 de enero de 2016


                                                                       Carta a Bin Laden
Yo no te conozco, sé que te llaman Bin Laden. Dicen que cabalgas entre montañas a la grupa de tu caballo negro, tan negro como tu alma.
Miles de inocentes te buscan para preguntarte ¿Por qué? ¿Qué te hemos hecho nosotros? Si ni tu nombre conocíamos, no sabíamos de tu existencia.
¿Por qué has roto nuestras vidas y nuestros sueños e ilusiones de tantas familias, ya irrecuperables?
¿Quién eres tú? ¿Te crees con derecho a disponer de tan gran privilegio sobre las vidas de las personas?
Cabalgas a solas entre montañas, no corras ni te escondas, es inútil, no puedes huir, no existe lugar en la tierra donde te puedas ocultar. Son muchos los que te buscan y quieren preguntarte ¿El por qué?  Nos has quitado la vida, si nada te hicimos. Pero será uno solo el que te encuentre. Él ve lo oculto, y su mano llega a todas partes. No hay lugar donde puedas esconderte, seguro que te encontrará y no habrá piedad para ti. Ya no podrás descansar jamás cabalgando en tu caballo negro tan negro como  la muerte, en un camino sin fin.

Torres gemelas 11- 9 -2011         J. G. Martín    


Bin Laden