miércoles, 23 de julio de 2008

La araña

Cae la noche, todo es silencio.
Entre sombras teje su tela la araña.
Atrapado en su red queda mi cuerpo.
Envuelto en un dulce dolor,
entro en un profundo sueño.
Quiero escapar, pero no puedo,
su letal veneno hace ya efecto.
Me acaricia y con sutela
envuelve mi cuerpo, yo inmovil,
la contemplo, quiero despertar
de este amargo sueño.

martes, 15 de julio de 2008

La sierrs de Almijara

Me gusta subir a la sierra,
andar por tus veredas
entre verdes matorrales.
¡Oler a pino, tomillo y jara !
¡Me gusta subir a la sierra!
¡Ami sierra de Granada!
Bajar por tus caminos, entre
rromerales, hasta la tierra llana
sentarme a descansar bajo un olivo,
ala sombra de sus ramas
y oler a tierra mojada.

domingo, 6 de julio de 2008

Esperanza

Esperanza
navegando por alta mar
boy en mi barco de vela
perdido en el horizonte,
esperando que me quieras.

sábado, 5 de julio de 2008

Río

Como un río fue mi amor
recorriendo todo tu cuerpo.
Nacio tranquilo y sereno.
Fue aumentando su caudal,
en la sonrrisa de tus labios
y el sabor de tus besos.
Qué ya no pude controlar ,
desbordando todo tu cuerpo.
Cruzamos nuestras manos y
fundimos nuestros cuerpos,
como el río que se funde,
entrando en el mar abierto.

silencio

¿Principio, o final?
¿Qué es vivir? ¿Qué es morir?
Que importa, si el final
es principio, o el principio es final.
Que no se empañen tus ojos,

ni se mojen tus mejillas,
no borres tu sonrisa,
porque he de marchar,
no te entristezcas niña,

que al cielo haces llorar,
tú nada puedes cambiar.
Quién sabe si vivir es morir
y morir es soñar.

Lucha vana

¿Por qué una parte de mí se resiste
y otra parte quiere marchar?
El sol, se esconde en el horizonte
parece que no me quiera dejar.
En el fulgor de la tarde me dejo abrazar
por una brisa suave aterciopelada.
Sin darme cuenta me dejo acariciar.
ansioso aguardo el momento,
un cosquilleo recorre mi cuerpo,
me siento ligero, libre, redimido,
como si ya no me perteneciera
y estuviera más lejos que nunca.
Una parte de mí se resiste, lucha,
pero la otra, desnuda ante tus ojos
al fin abandona y se entrega.

Granada

Un seis de mayo en Granada yo nací, no pudo Dios escoger
mejor lugar para mí, tiene mi ¡Granada! Junto al Albaizíin,
la Alambra, el Alcazabas, las cuevas del Sacro monte,
Sierra Nevada, la Virgen de las Angustias ¿Qué más se puede pedir.
Si tiene también dos ríos, el Darro y el Genil, Las playas de Almuñécar
y las de Motriz, Los dos ríos de Granada regando toda la vega,
el tabaco y el maíz ¡Mi Granada! ¡Cuánto me acuerdo de ti!
De tus calles, de tus plazas, de tus campos y de las gentes que habitan en ti.
¡O mi Granada! ¡Granada mía que lejos estoy de ti!
Sueño con volver, quiero volver algún día a la Granada que me vio nacer.
Para andar por Tus calles, por tus plazas.
Hablar con tus gentes y formar parte de ti.

Bendita tierra

Nací en tierras de Andalucía, crecí entre olivos y romerales.
Amo el monte y la sierra, sus ríos y cañaverales,
los llanos de la huerta, los campos con sus trigales.
Las espigas al viento forman una ola gigante.
Las amapolas en el trigo apenas pueden asomarse,
se pierden en la espesura con su color gránate.
¡Me gusta pasear en el llano entre los olivares!
Todos en fila forman, numerosas calles.
Sin ruidos ni semáforos que se enciendan y se apaguen.
Sólo el batir del viento en sus troncos y ramajes.

viernes, 4 de julio de 2008

En memoria de Gloria Fuertes

Un ventisiete de noviembre
nos dejaste. Gloria Fuertes.
Pero tiernas son las palabras
que dejas entre tus gentes.
Jamás te olvidaremos,
Tú estás entre nosotros, para siempre
chicos y grandes
te echamos de menos, Gloria Fuertes.
Mi corazón está contigo
jamás vi una anciana tan niña
ni tan tierna como tú.
Gloria a tí. Fuertes

martes, 1 de julio de 2008

OLAS PAJIZAS

Recuerdos y nostalgias de un ayer que no volverá.
No conocía otro mar que el de las olas
en el trigal de mi Andalucía.
Olas pajizas que te envuelven entre espigas y amapolas.
Aquí no se oyen sonidos de sirenas,
ni de barcos haciéndose a la mar.
Son cantos de grillos en medio del trigal.
No se oye el crujir de las velas en alta mar.
Suena el batir del viento en las espigas,
que ya están para segar.
Aquí no golpean las olas contra las rocas
ni se pierden en el ancho mar.
Es el chirriar de los carros en un camino polvoriento
que hacia la era van.
J. G. M