martes, 8 de junio de 2021

 

                                       

                         A mi madre tierra

Vuelvo a ti aunque nunca te abandoné.

Acoge mi cuerpo tú me diste la

 Alegría, la grandeza de vivir y compartir,

 lo que hay en ti, tus campos,

montañas, ríos, valles, la lluvia el viento,

 el calor, la nieve y el frío.

He tenido el placer de sentirlo en

 mis carnes y en mis huesos, la

 fortuna y la alegría de vivirlo junto

 a ti, he comido de  tus frutos

 y alimentado de tus carnes, me has

 dado cuanto hay en ti, como una

 buena madre cuando sed tenia me dabas

 de  beber, ahora el tiempo ha pasado

 vuelvo a ti viejo y cansado sin

 vida aparente para que tú me acojas

 y des descanso a mi cuerpo, tú

 lo vistes nacer forma parte de ti.

Ahora te lo devuelvo, más tú devuelve

mi alma  a la luz  ella no te pertenece.

Es de quien te dio a ti luz, agua

y viento para que me acogieras y

 alimentaras mi cuerpo, como la cepa que

 da vida al sarmiento, si das fruto,

 vuelve a vivir, sino, al fuego eterno.

J. G. Martín.


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